Tabla de contenido
En este artículo encontrarás:
Los gastos que debes considerar en el momento de la compra.
Los gastos comunes de mantenimiento.
Cuáles son los gastos para los que debes de tener un fondo de emergencias.
El sueño de muchos: comprar una casa o piso. Pero ¿tienes una idea de los costes reales de ser propietario? Si es tu primera vez comprando una propiedad, puede que te lleves alguna sorpresa. ¡Es hora de hablar de los gastos que te acompañarán en esta nueva etapa!

La Compra: Gastos que solo realizas una vez
Elegir tu casa, o piso, soñar cómo vas a acomodar tus muebles, hacerte ilusión con la pintura que pondrás en cada habitación...la parte divertida de la compra. Pero detrás de escena hay una seguidilla de gastos que no son tan divertidos.
Al comprar tu propiedad, te encontrarás con varios gastos iniciales. Por ejemplo:
Impuestos: Si compras una casa nueva, pagarás el IVA (10%). Si es de segunda mano, será el ITP (Impuesto de Transmisiones Patrimoniales), que varía entre el 6% y el 11%, según la comunidad autónoma. En algunas regiones también varía según el valor del bien. Por ejemplo, si compras una casa en Baleares que vale menos de 400.000 pagarás el 8% de ITP, pero si te compras una de 1.000.000 euros, pues estarás pagando más cerca del 11.5%. Desde que firmas el contrato de compra tienes 30 días para pagar el ITP.
Notaría y registro: La escritura pública y su inscripción en el Registro de la Propiedad pueden sumar entre el 0,5% y el 1% del valor de la vivienda.
Comisión de hipoteca: Si necesitas un préstamo, algunas entidades aplican un cargo por apertura, generalmente del 1%.
Los Gastos Recurrentes: Lo del Día a Día
Una vez que ya tienes las llaves, llegan los gastos que estarán contigo todos los meses. Lo mejor que puedes hacer es hacer un plan de pagos automático para que nunca te atrases con ninguna factura. Al ser gastos fijos, es fácil incluirlos dentro de un presupuesto.
IBI: Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Es un impuesto obligatorio que depende del valor catastral de tu vivienda. Este impuesto se suele actualizar cada 10 años, por lo que, si vas a comprar una propiedad, es buena idea revisar cuándo fue la última vez que se actualizó. También es recomendable revisar que no haya anualidades atrasadas, ya que puede que seas tú el que tenga que pagar lo debido.
Gastos de comunidad: Si no vives en una propiedad unifamiliar, debes tener en cuenta todos los gastos de mantenimiento del edificio. Zonas comunes, ascensores, limpieza... Y si tu edificio tiene piscina o gimnasio, prepárate para pagar más.
Seguros del hogar: Los seguros del hogar son esenciales para proteger tu inversión. Los precios varían según las coberturas, pero suelen rondar los 200-400 € anuales.
Suministros básicos: Luz, agua, gas e Internet, absolutamente necesarios para tu día a día. Compara precios antes de contratarlos, y pregúntale a tus nuevos vecinos cuánto es que pagan ellos por sus servicios.
Gastos Extraordinarios: Los imprevistos que te agarran desprevenido
Aquí entran los gastos que no esperas, pero que, tarde o temprano, siempre llegan:
Mantenimiento y reparaciones: Desde arreglar una caldera hasta pintar la fachada. E importante que mantengas la propiedad en buen estado, así no pierde valor.
Derramas: Si tu edificio necesita mejoras importantes (como un ascensor nuevo), es probable que te toque aportar. También si tienen que combatir problemas de humedad o realizar control de plagas.
Planifica y Vive Tranquilo
¿El secreto para disfrutar de tu vivienda sin estrés? Tener un plan financiero. Crea un presupuesto mensual, usa aplicaciones para controlar gastos y mantén un fondo de emergencia. Así, podrás disfrutar plenamente de tu hogar mientras cumples tus objetivos.
Y, de paso, revisa cuáles desgravaciones aplican en tu caso para lograr pagar menos en Renta.

Emil utiliza su experiencia para marcar una diferencia en el sector financiero. Estudió en la Universidad de Dinamarca del Sur y ha sido gerente general de Intelligent Banker desde 2013, donde ha ayudado a más de 500.000 usuarios de todo el mundo con sus necesidades financieras.